La Pedagogía Dialogante es un Modelo Pedagógico propuesto por el profesor Julián de Zubiría. Esta propuesta está sustentada en la dialéctica, establece dos grandes enfoques pedagógicos: El Heteroestructurante y el Autoestructurante, diferenciados por su interpretación del qué hacer, y de los fines de la educación.
El Modelo Heteroestructurante está caracterizado por concebir que la producción de conocimiento es externa a la escuela. Bajo esta condición, la institución se convierte en trasmisora de la cultura humana; dándole una importancia central al maestro, quien, como actor principal del proceso, organiza y desarrolla las situaciones educativas; hallando en esto, la justificación del autoritarismo en su práctica, pues así es como logra la asimilación en los educandos, del acervo histórico cultural.
La antítesis de este Modelo, se encuentra en los enfoques que se clasifican como Modelos Autoestructurantes, teniendo como característica central, una visión del niño como el actor principal del proceso educativo, al poseer unas cualidades inherentes que lo llevan a desarrollar la autonomía en su propio desarrollo; así, cualquier intervención externa obstaculiza este proceso; por ende la escuela, se reduce a un espacio para favorecer la socialización, promover el interés y hacer sentir feliz al niño, mientras que el maestro se relega al papel de mediador, auxiliar o coequipero
Dando por resultado, la síntesis en el Modelo Interestructurante o Pedagogía Dialogante, que reconoce el papel activo del estudiante, y el rol esencial y determinante de los maestros y la escuela en el proceso de aprehendizaje. Rescata positivamente del Modelo Heteroestructurante , la idea de que el conocimiento transmitido en las aulas tiene un desarrollo externo a la escuela, asumiendo en el relacionamiento continuo, la ejercitación y la reiteración, elementos centrales del proceso de aprendizaje de conocimientos.
Por su parte, Julián de Zubiria rescata del Modelo Autoestructurante, la condición del estudiante como un sujeto activo en el proceso de aprendizaje, negando con esto el papel central del docente, cuando es basado en procesos rutinarios y mecánicos que se imprimen sobre un estudiante pasivo, propio del Modelo Heteroestructurante, y la visión idealista del niño, que desplaza al docente y la escuela a un trasfondo del proceso, del Modelo Autoestructurante
Excelente información, espero puedan seguir subiendo más ✨
ResponderEliminarMe ha servido mucho de ayuda esta información, muchas gracias, sigan así✨.
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